Orizaba, Ver.- México enfrenta un grave problema ambiental debido a la acumulación masiva de neumáticos desechados. De acuerdo con estadísticas, en el país hay más de 300 millones de llantas en desuso, y anualmente se suman al menos 40 millones, muchas de las cuales terminan en cementerios o tiraderos clandestinos. Menos del 20 por ciento de estos residuos recibe un manejo adecuado, lo que genera severos daños al medio ambiente, advirtió Juan Carlos Sierra García, Gerente General de Pasaliac.

La acumulación de neumáticos en basureros ilegales genera focos de infección, contamina el suelo y el agua, y contribuye al cambio climático. Sierra García destacó la urgencia de encontrar soluciones efectivas para este problema, que afecta tanto al ecosistema como a la salud pública.

Un factor que agrava la situación es que al menos el 40 por ciento de los neumáticos desechados en México provienen de Estados Unidos, donde no los quieren. «En Estados Unidos no quieren esos neumáticos, por lo que los pasan a la frontera, a lugares como Reynosa y otras zonas de la franja norte, donde se pueden encontrar hasta 3 millones de llantas acumuladas», explicó Sierra García.

No obstante, el gerente destacó que el reciclaje de caucho ofrece diversas oportunidades, tanto para el medio ambiente como para la industria. El caucho reciclado puede ser aprovechado en la fabricación de asfalto, impermeabilizantes, tapetes antifatiga e incluso como fuente de energía. «Hay tecnologías que permiten maximizar el valor del caucho, que puede ser utilizado para producir nuevos neumáticos o generar energía», señaló.

Sierra García añadió que en su empresa han implementado el uso de caucho reciclado como sustituto del coque en hornos cementeros, lo que ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia de combustibles fósiles. Además, el proceso incluye la recuperación del acero de los neumáticos, lo cual genera ingresos adicionales.

«Nuestro proceso consiste en recuperar el poder calorífico de los neumáticos para utilizarlo como combustible alternativo en los hornos cementeros. Al mismo tiempo, extraemos el acero para reciclarlo. De esta manera, damos una solución final a un problema que afecta a todo el país», indicó.

Pasaliac cuenta con una planta en San Luis Potosí y está desarrollando proyectos en otros estados, como Querétaro y Veracruz. Sierra García concluyó señalando que el potencial de crecimiento es inmenso, particularmente en la región norte del país, donde se acumulan grandes cantidades de neumáticos desechados provenientes de Estados Unidos.

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