** No hay avance de la obra

Zomajapa, Zongolica, Ver.- A más de un año de iniciada la obra de construcción de la Universidad de Medicina «Benito Juárez García», en la comunidad Zomajapa, no se ve avance de la misma y lo peor, que, por lo que se ve, los materiales utilizados ya se echaron a perder, debido al abandono por el paso del tiempo.

Una obra anunciada con bombo y platillo, cuya inversión millonaria traería grandes beneficios a la comunidad, sobre todo, movilidad económica para la región, quedó en promesa, en perjuicio de jóvenes que tienen la necesidad de estudiar una carrera y que vieron con buenos ojos está oportunidad.

No sé sabe del porqué de la suspensión de la obra, pues el presupuesto ya había sido asignado.

La Universidad Benito Juárez García, sede Zomajapa, inicia actividades en octubre de 2022 en un espacio prestado y en diciembre de ese mismo año se dan las primeras inscripciones a las licenciaturas en medicina tradicional y enfermería.

Las primeras inscripciones fueron de más de 150 jóvenes, sin embargo, en enero de 2023 al inicio de clases solo asistieron 80 estudiantes.

Fue por esas fechas que inicio el proceso de de solicitud de un terreno propio, que finalmente consiguieron y autorizaron el monto de inversión.

No obstante la constructora contratada para los trabajos «nada más fue, checó, medio excavó, puso un poquito de tierra que jalaron de ahí, llevaron un poco de material y hasta ahí quedó».

Abandonaron los trabajos debido a deslaves provocados por las lluvias pasadas, bajo el pretexto de que los caminos eran intransitables, la verdad es que las vías de comunicación fueron atendidas de manera inmediata.

Estos inconvenientes están provocando la deserción escolar, pues de una matrícula de 290 alumnos para iniciar en Agosto, bajaron a 170.

«Muchos alumnos están desertando, porque los maestros no van y cuando faltan ni siquiera se toman la molestia de avisar y para colmo, el coordinador en algunas ocasiones no asiste».

Y por si algo faltara, los becarios aprovechan el tiempo libre para deambular por el poblado e ingerir bebidas alcohólicas.

Por cierto, dependiendo de la beca, los alumnos reciben entre 9 y 11 mil pesos cada seis meses.

Tal y como se ven las cosas, no sería raro que la Directora General de Organismos de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez, Raquel de la Luz Sosa Elizaga, esté mal informada de toda esta situación tan lamentable.

Por ello es urgente que las autoridades educativas tomen cartas en el asunto, a fin de aclarar que es lo que está pasando.

Y de ser necesario ordenar una auditoría en donde se llame a cuentas a la compañía constructora, Sociedad de Padres de Familia, al contador y al coordinador/Director Adrián Vargas Hinojosa, a fin de aclarar donde están los millones destinados a la construcción del plantel.

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