Orizaba, Ver.- Desde el pasado 26 de octubre, cuando un derrumbe bloqueó la autopista 150D Orizaba-Puebla, el transporte de carga ha registrado pérdidas de al menos 100 millones de pesos, según informó José Gilibert Peña, delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) en la zona Orizaba-Córdoba. A casi dos semanas del incidente, Caminos y Puentes Federales (Capufe) no ha dado una fecha estimada para la reapertura de esta importante vía de comunicación.
El delegado de Canacar señaló que, de acuerdo con estimaciones, podrían pasar hasta seis meses antes de que el tramo afectado de la autopista sea reabierto, lo que implica graves consecuencias para el sector del transporte de carga. «Es urgente que Capufe y las autoridades tomen cartas en el asunto, ya que no es viable que las unidades de carga tengan que desviarse por rutas como Acultzingo o Perote, las cuales no tienen la capacidad para soportar el flujo de más de 33 mil vehículos que transitan diariamente de norte a sur y viceversa», indicó Gilibert Peña.
La situación ha generado embotellamientos de varios kilómetros que llegan hasta La Tinaja, incrementando los tiempos de traslado y exponiendo a los operadores al riesgo de asaltos, lo que a su vez ha elevado las pérdidas para el sector. Gilibert Peña enfatizó la necesidad de que Capufe tome en cuenta que las actuales condiciones no son sostenibles y criticó que las labores de limpieza y rehabilitación se estén realizando con un equipo reducido. «No se puede avanzar con solo dos maquinitas trabajando en una situación tan crítica», añadió.
El delegado de Canacar también destacó la urgencia de que el gobierno entrante, que hasta ahora ha mostrado gran interés en colaborar con el sector, intervenga en la mejora de las vías de comunicación. Subrayó que existen carreteras obsoletas que no han recibido el mantenimiento adecuado y se mostró esperanzado de que la nueva administración federal esté dispuesta a atender esta problemática.
Gilibert Peña detalló que Canacar ha recurrido a ingenieros y arquitectos, financiados con recursos propios del sector, para evaluar la situación del derrumbe. Según los expertos, la limpieza y rehabilitación de la autopista podría demorar más de seis meses. Por este motivo, el delegado instó al gobierno a implementar el Plan DN-III de apoyo en desastres y a reforzar el equipo de trabajo en la autopista. «No es suficiente con dos retroexcavadoras; se requieren al menos 20 retroexcavadoras y 80 trascabos trabajando las 24 horas del día», aseguró.
Además, Gilibert Peña informó que los empresarios transportistas han intentado colaborar con las autoridades lanzando drones para monitorear el avance de los trabajos, pero lamentó la falta de comunicación por parte de Capufe, que se ha mostrado hermético y ha brindado poca información al respecto.
La situación continúa afectando gravemente al sector de transporte de carga, y la expectativa de una pronta reapertura parece cada vez más lejana.