Istmo de Tehuantepec, Oax.- El asesinato de Marcos Sánchez, líder del sindicato CIT en Oaxaca, ha causado gran impacto en el estado.
Sánchez, quien defendía los derechos de los transportistas, fue víctima de un crimen que pone en evidencia una situación alarmante: los líderes que buscan representar a sectores vulnerables se han convertido en blancos de ataques.
Este asesinato destaca la frágil situación de seguridad en Oaxaca, donde la violencia parece haberse vuelto algo cotidiano.
Compañeros de Sánchez, consternados, interpretan su muerte como un mensaje contundente de intereses oscuros que intentan frenar cualquier esfuerzo por el cambio.