*Fue policía y huesero
*Sus hermanos no tienen comunicación con él
Juan Manuel Jiménez García/Alerta MX/Las Choapas, Veracruz
Sino fuera por la casa de la hija de su pareja, Miguel viviría en la calle, y su situación sería terrible al tener una enfermedad crónica degenerativa que le ha costado la amputación de su pierna derecha, esta es su historia:
Miguel Nicasio Martínez, de 68 años de edad, trabajó de policía municipal en tres periodos de gobiernos municipales de Las Choapas, por azares del destino, fue despedido sin justificación alguna, se pasó varios años tratando de que fuera liquidado de acuerdo a la ley, pero esto no ocurrió.
Al quedarse sin trabajo, tuvo que emplearse en varios de ellos, el último fue de dar masaje y componer zafaduras en el parque Lic. Benito Juárez, era común verlo en este espacio con un letrero de madera en dónde estaba escrita la palabra «Huesero»».
Par ese entonces era notorio su dificultad para caminar, se ayudaba con un bastón de palo y la mayor parte del tiempo se la pasaba sentado en una de las bancas de concreto, su salud iba empeorando.
En las pocas visitas al médico, Miguel externaba a los galenos, su dolor en las extremidades inferiores, sobre todo en la pierna derecha, era la circulación decían, pero muy en su interior sabía que algo más grave le pasaba a su cuerpo.
Una herida mal cuidada en el dedo gordo del pie derecho, encendió los focos rojos y en su consulta médica le dijeron que habría que amputar.
Pensando que solo sería el dedo, autorizó la cirugía con resignación.
Con este remedio, pensó en sus adentros, que se acabaría el problema, pero meses más tarde le dieron la mala noticia, tendrían que cortarle la pierna para salvarle la vida. Esto era solo el principio del calvario de Miguel.
Prácticamente solo, estuvo convaleciendo en el hospital, algunos amigos lo iban a visitar de manera escueta.
Cuando le dieron de alta, no hubo nadie que lo esperara afuera del nosocomio, integrantes de una iglesia, llamaron un taxi para que lo trasladarán a su casa pero no tenía a dónde ir, fue llevado con una señora de la tercera edad que le dio asilo por unos días, pero la mujer también con problemas de salud no podía atenderlo.
Fue la hija de su pareja que ofreció su vivienda en un lugar de difícil acceso en la calle 16 de julio en la colonia J Mario Rosado, Miguel tendrá su espacio, pero se requiere ser adaptado,.y por ese motivo pide la colaboración de la ciudadanía para apoyarlo con material de construcción.
Cualquier contribución, puede llamar al número telefónico 923 112 55 26.
La pareja de Miguel, dice estar molesta con la familia de Miguel, sobre todo con sus hermanos, ya que estos nunca lo vienen a visitar y tampoco fueron al hospital cuando estuvo internado.